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Dietista-nutricionista
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Consejos de la enfermera
RespirarpP@)
La obesidad puede provocar insuficiencias respiratorias sobre todo por una causa mecánica: el aumento del volumen abdominal provoca un incremento de la presión ejercida por los órganos abdominales sobre el diafragma que, a su vez, limita la expansión de los pulmones. Además, hay que añadir que el depósito de grasa a la pared torácica y abdominal imposibilita todavía más la dinámica normal de la respiración. Esta cadena de acontecimientos favorece la aparición o la agravación de problemas respiratorios y está estrechamente relacionada con el aumento de peso: cuanto mayor sea el peso más dificultades para respirar. Evidentemente, el cuadro mejora con la pérdida de peso.
Por otro lado, debido a este mayor riesgo de enfermedades respiratorias, el tabaco está absolutamente contraindicado. Es importante que la persona obesa deje de fumar, a pesar de que a veces representa un gran esfuerzo cambiar los hábitos alimentarios y a la vez abandonar el hábito de fumar.
Está demostrado que dejar de fumar puede suponer un aumento de peso de entre 2 y 10 kg —si la persona fumadora sustituye el tabaco por alimentos, situación muy frecuente debido a la ansiedad—, pero a largo plazo la preocupación por la salud que provoca el abandono del tabaco probablemente motivará al exfumador a adquirir hábitos alimentarios más saludables y a hacer ejercicio para propiciar la pérdida de peso, puesto que son los pilares del tratamiento y del control de salud del sobrepeso y la obesidad.
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permiten adoptar medidas saludables en relación a la actividad de la vida diaria de:
Comer y beberpP@)
Un plan de alimentación individualizado para promover un déficit diario de 500 a 1.000 kilocalorías es la base de cualquier programa para conseguir una perdida de peso, que debería ser de 0,5 a 1 kg semanal.
En el tratamiento del sobrepeso y la obesidad es importante hacer una dieta fraccionada, es decir distribuida en cinco o seis comidas para evitar comer fuera de las comidas (picar), y adaptada a:
- La etapa del ciclo vital: infancia, adolescencia, adultez y vejez.
- La situación de vida: embarazo, lactancia, menopausia
Alimentos aconsejados en una dieta hipocalórica
- Leche y derivados. Hay que consumir diariamente lácteos desnatados o bajos en grasa. Por ejemplo: un vaso de leche desnatada, un yogur desnatado y un trozo de queso bajo en grasa.
- Carnes magras: pollo, pavo o conejo, de 100 a 125 g por ración.
- Pescado. Debe comerse más pescado que carne e incluir el pescado azul, fuente de omega-3, en la dieta, de 125 a 150 g por ración.
- Comer dos o tres huevos por semana.
- Farináceos, preferentemente integrales.
- Legumbres, dos o tres veces por semana.
- Frutos secos. Se aconsejan pero con moderación (una ración de 25 g de nueces, avellanas , almendras, etc.).
- Verduras, sin restricción.
- Fruta. Hay que comer las piezas enteras y evitar zumos de fruta naturales y comerciales.
- Aceites y grasas. Debe priorizarse el aceite de oliva y evitar las grasas animales (mantequilla, manteca de cerdo, crema de leche, nata, etc.).
- Para comer entre horas se recomiendan: frutos secos naturales (deben evitarse los tostados y fritos), infusiones edulcoradas, caldos vegetales, bastoncillos de zanahoria, apio, fruta fresca o yogur desnatado.
- Beber aproximadamente de 2 a 2,5 litros de agua al día (si no hay contraindicación). Excepcionalmente se pueden tomar bebidas light.
- El alcohol está contraindicado.
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permiten adoptar medidas saludables en relación a la actividad de la vida diaria de:
Moverse y mantener una postura corporal correctapP@)
La actividad física en relación con la acumulación de grasa y los problemas que se asocian conlleva los beneficios siguientes:
- Favorece la pérdida de peso.
- Ayuda a mantener el peso perdido.
- Reduce la grasa abdominal.
- Contribuye a la prevención de la obesidad, sobre todo infantil.
- Reduce el colesterol total debido a la disminución del LDL (el colesterol “malo”) y del aumento del HDL (el colesterol “bueno”).
- Ayuda a prevenir problemas respiratorios y enfermedades cardíacas.
- Mejora la sensibilidad a la insulina, el metabolismo de la glucosa y el control metabólico de la persona con diabetes.
- Favorece el mantenimiento de la densidad ósea.
- Ayuda a mantener la presión arterial dentro de la normalidad y a bajarla en las personas hipertensas.
- Mejora el estado anímico: aumenta la autoestima y disminuye la ansiedad y la depresión.
La Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad (IASO) recomienda:
- Realizar de 45 a 60 minutos de actividad física diaria como acción preventiva para evitar que las personas con sobrepeso puedan evolucionar hacia la obesidad.
- En las etapas de mantenimiento del peso perdido, dedicar de 60 a 90 minutos diarios a actividad física de intensidad moderada, para evitar la recuperación del peso perdido.
A fin de que la actividad física sea eficaz para adelgazar o para mantener la pérdida ponderal a largo plazo, sólo los ejercicios de actividad moderada o intensa, como andar a paso rápido, la natación, la bicicleta, la gimnasia aeróbica o deportes como tenis, baloncesto y fútbol, permiten conseguir el objetivo mencionado.
Consejos Actividad física recomendada para personas con obesidad
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permiten adoptar medidas saludables en relación a la actividad de la vida diaria de:
Reposar y dormirpP@)
Sí que se puede afirmar es que algunas personas que se despiertan por la noche dicen que normalmente necesitan comer o beber para volver a dormirse. Estos suplementos energéticos nocturnos pueden provocar un aumento de peso. Por otro lado, la carencia de horas de sueño es una situación cada vez más habitual en nuestra sociedad. Hay una relación estrecha entre dormir pocas horas y un mayor riesgo de ser obeso. Es por este motivo que para prevenir la obesidad y para intentar que las personas obesas pierdan peso, junto con los cambios en el estilo de vida (dieta y actividad física), es conveniente dormir siete horas al día como mínimo.
En estos casos se aconseja:
- Intentar calmar la sensación de hambre con agua o infusiones sin azúcar.
- Si la sensación de hambre persiste, se recomienda tomar lácteos desnatados (un vaso de leche desnatada, un yogur desnatado, etc.) o una pieza de fruta.
- Evitar comer galletas, helados, pasteles, embutidos, bocadillos, etc.
El insomnio o el sueño superficial no reparador pueden ser el resultado de estados de ansiedad y es conveniente consultar a un profesional de salud.
Dormir más horas de las recomendables (de siete a ocho horas al día) puede ser perjudicial para la persona obesa, puesto que el reposo excesivo supone un menor gasto energético, si no se compensa con mucho ejercicio físico.
Tampoco se recomienda hacer la siesta excepto en personas que por varios motivos duermen pocas horas por la noche (empiezan a trabajar muy temprano por la mañana u otras situaciones).
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permiten adoptar medidas saludables en relación a la actividad de la vida diaria de:
EliminarpP@)
El estreñimiento es relativamente frecuente en las personas con exceso de peso, posiblemente debido a la falta de ejercicio físico y a una alimentación pobre en fibras (por la ausencia o por el déficit de ingesta de frutas y verduras) y líquidos. La persona con obesidad, con algunas excepciones, tiene limitada la movilidad en mayor o menor medida y esto se traduce en una carencia de ejercicio físico que potencia el aumento de peso.
Para evitar el estreñimiento se recomienda:
- Seguir una alimentación rica en fibra (alimentos integrales, verduras, frutas y legumbres) teniendo en cuenta la aportación calórica indicada en cada caso.
- Conseguir una buena hidratación. Se recomienda beber hasta dos litros diarios de agua e infusiones, si no hay contraindicaciones.
- Regularizar el tránsito intestinal e intentar defecar regularmente a la misma hora cada día, aunque inicialmente el esfuerzo no sea productivo. Es aconsejable aprovechar el reflejo gastrocólico que se produce unos 30 minutos después de comer, que consiste en un aumento de la actividad peristáltica del colon para ayudar a desplazar el contenido, hecho que estimula al reflejo de defecación.
- Hacer ejercicio físico regularmente (andar una hora diaria puede ser efectivo).
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permiten adoptar medidas saludables en relación a la actividad de la vida diaria de:
Evitar peligros y prevenir riesgospP@)
Es muy importante que la persona con sobrepeso u obesidad, realice o no un tratamiento dietético, siga las recomendaciones siguientes:
- Tener en cuenta los factores y conductas protectoras relacionados con el sobrepeso y la obesidad.
- Evitar los factores de riesgo relacionados con el sobrepeso y la obesidad.
- Realizar controles de salud periódicos: analíticas (especialmente el perfil lipídico y controles de glucemia), control de las cifras de tensión arterial, peso, etc., puesto que la obesidad es un factor de riesgo cardiovascular y otros problemas de salud.
- Llevar un calzado cómodo y adecuado, puesto que la persona obesa a menudo presenta patologías relacionadas con las articulaciones, especialmente de las caderas, rodillas y pies. Además, en personas con sobrepeso u obesas la presión sobre la planta de pie aumenta; mientras una presión plantar normal es de uno a dos kilogramos por centímetro cuadrado, cuando hay exceso de peso esta presión puede ser de tres a cinco kilogramos por centímetro cuadrado. Las consecuencias son, entre otras, cansancio prematuro, alteración de planta del pie y callosidades. Todo esto favorece la aparición de dolor y aumenta el riesgo de caídas.
Consejos por el cuidado de los pies en: - la infancia
- la adolescencia
- la adultez
- la vejez
- Mantener una higiene personal cuidadosa, especialmente en verano. Las personas con sobrepeso u obesidad son propensas a tener problemas dermatológicos, principalmente en los pliegues del abdomen, en los pechos y también en los muslos, donde pueden aparecer irritaciones y ulceraciones debido a la fricción al andar.
- Las personas obesas que sufren apnea del sueño tienen más somnolencia diurna que las personas que no la sufren, a causa principalmente de la alteración del sueño por los episodios de apnea nocturna. La somnolencia diurna aumenta el peligro de sufrir algún accidente laboral o de tráfico, por lo cual es muy importante ponerse en manos de especialistas del sueño.
- Tener en cuenta las posibles repercusiones personales, familiares y sociales para poder hacer frente y buscar apoyo profesional si es necesario.
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permiten adoptar medidas saludables en relación a la actividad de la vida diaria de:
Comunicarse e interactuar socialmenteP@)
Es aconsejable que la persona con exceso de peso pueda manifestar los sentimientos o emociones a las personas más cercanas y, si es necesario, a un profesional, puesto que la obesidad es una enfermedad crónica en la que la persona debe adquirir unos hábitos de vida saludable que no puede abandonar nunca. El esfuerzo que esto conlleva en algunas personas puede suponer una coacción a su libertad y este hecho puede favorecer el desarrollo de estados de ansiedad, angustia, depresión, etc. Las relaciones sociales a veces resultan difíciles, sobre todo cuando se trata de personas jóvenes que se aíslan por la baja autoestima. Por lo tanto, se recomienda mantener, tanto como se pueda, una vida activa, teniendo en cuenta las características de cada etapa del ciclo vital: infancia, adolescencia, adultez y vejez.
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permiten adoptar medidas saludables en relación a la actividad de la vida diaria de:
Trabajar y divertirseP@)
Es importante que la persona obesa tenga una vida laboral —o de estudiante en el caso de los niños y jóvenes— absolutamente normal. Esto contribuirá a mantener una vida social activa que repercutirá en la mejora de la autoestima. Se aconseja aplicar las recomendaciones relacionadas con los factores de riesgos modificables, como por ejemplo evitar trabajar en turnos por la noche.
La diversión, que es fundamental, no necesariamente debe suponer un aumento de la ingesta energética (alimentos y alcohol). Por otro lado, un plan de alimentación adecuado tiene que contemplar las pequeñas transgresiones que se pueden utilizar en momentos de ocio (celebraciones, vacaciones, salidas nocturnas, etc.).
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permiten adoptar medidas saludables en relación a la actividad de la vida diaria de:
Tópicos y conductas erróneaspP@)
La obesidad es una enfermedad actual. El bombardeo constante que recibe la población sobre los tratamientos dietéticos provenientes de revistas poco científicas, medios de comunicación, tratamientos en centros de estética, etc., muy a menudo llena de contradicciones, supone la adquisición de falsas creencias o mitos sobre la alimentación.
- Tópicos o falsas creencias más habituales
- Hábitos saludables para combatir algunas de las conductas erróneas que se observan en las personas con exceso de peso
1. Tópicos o falsas creencias más habituales:
- El agua ni engorda ni adelgaza porque no tiene calorías. Es igual en qué momento se tome (en las comidas o fuera de ellas), la aportación calórica es 0. Tampoco tiene el poder de quemar calorías, es decir, beber mucha agua no adelgaza, a pesar de que beber agua antes de las comidas puede producir sensación de saciedad y puede ayudar a controlar la ingesta.
- comer fruta después de las comidas no engorda ni más y ni menos que comer entre horas porque la fruta siempre tiene las mismas calorías. La idea de que comer fruta después de las comidas engorda no tiene ninguna base científica y ha generado mucha confusión y algunos problemas, porque hay personas que, basándose en este criterio, han dejado de comer fruta puesto que no están acostumbradas a comerla entre horas.
- El pan no engorda. El pan como cualquiera otro alimento contiene energía y su abuso puede estar relacionado con el aumento de peso. Sí que es cierto que el pan suele ir acompañado otros alimentos a menudo muy energéticos, como embutidos, quesos y salsas. En una dieta para perder peso, se puede incluir pan, preferiblemente integral, sobre todo para desayunar, que es la hora en la que el organismo necesita más energía.
- Los biscotes engordan igual que el pan. Los biscotes están deshidratados (secos) porque se les ha reducido el agua. Por lo tanto, si se toman 100 g de pan y 100 g de biscotes, el pan como contiene más agua aportará menos energía que los biscotes.
- La miga del pan engorda menos que la corteza. La miga de pan tiene mucha más humedad que la corteza y por esta razón aporta menos energía.
- Comer rápido y de forma apresurada no engorda. Es el consumo de un exceso de calorías el que provoca un aumento del peso corporal. Aún así, las personas que comen rápidamente suelen ingerir más cantidad de alimentos.
- La sal no engorda, porque la sal, al ser un mineral, no tiene calorías. Aun así, su consumo, sobre todo en personas con problemas cardíacos, renales o hepáticos puede producir retención de líquidos, a pesar de que retener líquidos no es sinónimo de engordarse.
- Los suplementos vitamínicos y minerales no aumentan el peso porque no aportan calorías (energía).
- Los laxantes no adelgazan. El punto de acción de los laxantes es en el intestino grueso, y la absorción de nutrientes se produce en intestino delgado, por lo cual no sólo no contribuyen a disminuir el peso sino que utilizarlos indiscriminadamente y sin supervisión profesional pone en peligro la salud.
- Los alimentos light también aportan calorías. Un alimento light contiene como mínimo un 30 % menos de calorías que el alimento convencional con el que se compara. Por lo tanto, sí que aportan energía pero en menor cantidad; a pesar de que pueden contribuir en el seguimiento de una dieta en situaciones especiales, no hay que olvidar que contienen calorías, y que, por lo tanto, no hay que abusar de ellos.
- El aceite crudo engorda igual que el aceite cocinado, puesto que el calor no modifica el contenido calórico de los aceites. Aún así, cuando el aceite se cocina sufre un proceso denominado oxidación que lo hace menos saludable, pero las calorías son las mismas, tanto crudo como modificado por la cocción.
- La miel engorda prácticamente igual que el azúcar. Aunque el azúcar proporciona unas cuatro calorías por gramo y la miel tres, esta diferencia es irrelevante en el conjunto de calorías que se consumen diariamente.
- Las harinas y cereales integrales tienen prácticamente las mismas calorías que los productos refinados. La diferencia consiste que los productos integrales tienen un mayor contenido de minerales, fibra y fitonutrientes (sustancias vegetales que tienen beneficios para la salud); además, la fibra posee un poder saciante, que evita comer más cantidad de otros alimentos.
- No hay productos ni dietas milagrosos para perder peso. Actualmente existe una gran proliferación de sustancias, productos, materiales (lugares web, recursos en línea, etc.), métodos y, sobre todo, “dietas” que prometen efectos sorprendentes sobre la salud, y particularmente sobre la pérdida de peso, la mayoría sin ninguna evidencia científica. Estos “tratamientos” pueden conllevar riesgos para la salud. (ver documento "dietas milagro")
2. Hábitos saludables para combatir algunas de las conductas erróneas que se observan en las personas con exceso de peso:
- Evitar los ayunos prolongados. Hacer todas las comidas del día (desayunar, almorzar, comer, merendar y cenar) sin omitir ninguna, puesto que el ayuno prolongado favorece el almacenamiento de grasas y propicia un consumo más alto en la siguiente comida.
- Comer alimentos de todos los grupos y no eliminar ninguno. Mantener el grupo de los farináceos (pasta, arroz, pan, legumbres), puesto que a menudo por falta de conocimientos éste se excluye de las dietas.
- Controlar las ingestas nocturnas causadas por el insomnio. En caso de despertarse y tener hambre hay que elegir alimentos de bajo contenido energético, como por ejemplo: un yogur desnatado, una fruta pequeña, vegetales como el apio y la zanahoria o un vaso de leche desnatada sin azúcar; también son muy recomendables las infusiones sin azúcar, puesto que no aportan energía.
- Evitar las dietas monótonas, ya que suelen abandonarse y provocan ansiedad.
- Controlar el exceso de horas de dormir, especialmente las siestas.
- Evitar la carencia de ejercicio físico.
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Enlaces de interés
Fuentes de interés general
- Generalitat de Catalunya (GENCAT). Departament de Salut. Obesitat
- La dieta mediterránea
- Ministerio de Sanidad de España. NAOS
- Nutrición comunitaria
- Organització Mundial de la Salut (OMS). Obesidad
- Programas de Prevención de la Obesidad Infantil (España)
Sociedades profesionales
Fundación Española de Nutrición
Bibliografía
Bibliografía consultada
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Gisel Fontanet Cornudella
Máster en educación para la salud (UDL). Postgrado en Enfermería psicosocial y salud mental (UB).
Actualmente es gestora de desarrollo de personas de la Unidad de Gestión del Conocimiento de la Fundación Sanitaria Mollet. Miembro del Consejo Asesor Fundación TICSALUT 2014-2017, del grupo @MWC_nursing, entre otros.
Hasta abril de 2015, ha sido adjunta en la Dirección de Programas del COIB llevando a cargo la dirección y coordinación del proyecto Infermera virtual y hasta diciembre de 2016 la dirección de la elaboración y el mantenimiento de los contenidos de Infermera virtual en lo que a su vertiente estructural y pedagógica se refiere, y como asesora del proyecto. Considera que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) e Internet y, en general, la red 2.0 son un canal de comunicación e interacción con y para los ciudadanos, con un gran potencial para la promoción de la autonomía e independencia de las personas en el control y mejora de su salud, como complemento de la atención presencial y continuidad de los cuidados, puesto que es un medio a través del que la persona poco a poco expresa sus necesidades, deseos o inquietudes. Esta información es primordial para conocer el sujeto de la educación y en el cuidar.
Desde 1998, su actividad profesional se desarrolla en el marco de la promoción y la educación para la salud. Fue coordinadora y enfermera asistencial durante 6 años de la Unidad de educación para la salud en la atención a personas afectadas de un problema de salud crónico del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, donde intercaló de forma pionera la atención presencial y virtual. Ha ido centrando su línea de trabajo en el desarrollo de proyectos en el campo de la tecnología de la información y la comunicación (TIC), en el ámbito de la salud.
Es autora de diversas publicaciones, tanto en el registro escrito como en el audiovisual, y de documentos de opinión referentes a la promoción y educación para la salud. Ha colaborado y ha participado en varias jornadas, espacios de debate y estudios de investigación, entre otros, relacionados con la aplicación de las TIC en el ámbito de la salud. Ha iniciado líneas de trabajo en el marco de la promoción y educación para la salud en la escuela, como contexto de ejercicio de la enfermera. Fué miembro fundador del grupo Innovación y Tecnología del COIB @itcoib.
Mª Teresa Luis Rodrigo
Enfermera. Profesora Emérita de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Barcelona. Se ha interesado desde hace años en el desarrollo y la utilización de las terminologías enfermeras (de diagnósticos, intervenciones y resultados), desde una concepción disciplinar de los cuidados. Conferenciante y ponente en foros de discusión y formación profesional. Autora de Los diagnósticos enfermeros. Revisión crítica y guía práctica (8ª ed., Madrid: Elsevier, 2008) y de De la teoría a la práctica. El pensamiento de Virginia Henderson en el siglo XXI (3ª ed., Barcelona: Masson, 2005), así como de numerosos artículos en distintas revistas científicas.
Hasta diciembre de 2016 formó parte de la dirección científica y disciplinaria de la Infermera virtual y, como tal, ha participado en la elaboración de los conceptos nucleares que guían el contenido de la web, ha asesorado en cuanto a su construcción y en la selección de los temas a abordar, de igual modo, ha colaborado, siempre desde la perspectiva científica y disciplinaria, en la revisión de los contenidos elaborados por los autores y en la revisión final del material elaborado antes de publicarlo en la web.
Roser Castells Baró
Llicenciada en filologia catalana (UB), màster en escriptura per a la televisió i el cinema (UAB), i postgraduada en reportatge de televisió (UPF). Ha treballat com a lingüista especialitzada en llenguatges tècnics i científics al Centre de Terminologia Termcat, i com a assessora lingüística i traductora a la "Revista de la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya", entre altres entitats. Actualment, compagina l'activitat com a lingüista amb la de guionista. Ha col·laborat en la realització de diversos vídeos didàctics per al COIB.
Ferran Sahun Lebaniegos
Licenciado en Traducción e Interpretación (UAB), postgrado en Corrección y Calidad Lingüística (UAB), y en Asesoramiento Lingüístico en los Medios Audiovisuales (UAB). Desde 2007 trabaja como profesor de catalán en el Centre de Normalización Lingüística de l’Hospitalet (CPNL) y desde 2011 colabora como lingüista en la televisión municipal Barcelona Televisión. Trabajó en la edición catalana del diario La Vanguardia.
Colabora en el proyecto Infermera virtual desde enero de 2016.
Esther Blanco Alcántara
Dietista-nutricionista por la Universidad de Barcelona, licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster oficial en Nutrición y Metabolismo con trayectoria investigadora en la Universidad de Barcelona.
Actualmente es profesora colaboradora en el grado de Enfermería de la Universidad de Barcelona y compagina la actividad docente y la investigación en su tesis doctoral con la práctica asistencial en la consulta dietética privada Nodreixte. También es responsable del departamento de Health Marketing en la empresa Publifilms.
Fue profesora en el Centro de Enseñanza Superior de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad de Barcelona (2004-2012) y profesora asociada en el Departamento de Ciencia Animal y de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (2007-2008). Además, ha participado en diferentes cursos de posgrado, de extensión universitaria y del Sindicato de Enfermería.
También ha ejercido de dietista-nutricionista en diferentes centros médicos (Centro Medex, Servicio de Nutrición y Endocrinología al Centro Médico Teknon) y ha asesorado diferentes empresas en health marketing, como por ejemplo Amtrack Communications, Saatchi & Saatchi Health Care y Common Sense.
Rita Rigolfas Torras
Enfermera. Además de poseer una formación de base en ciencias de la salud, cuenta con el certificado de Dietoterapia del ISTA de París y con estudios en Dietética Superior por la Universidad de Nancy (Francia).
Ejerció como profesora de nutrición y dietética en la Escuela Universitaria de Enfermería de Bellvitge hasta que se fusionó con la Escuela Universitaria de Enfermería de la UB, de la cual es profesora asociada. Fue profesora de nutrición clínica y dietoterapia en el Centro de Enseñanza Superior de Nutrición y Dietética (CESNID) desde sus inicios. Además, participa en diferentes programas de posgrado y másteres.
Ha organizado diferentes servicios de dietética en hospitales de todo el país y ha trabajado como dietista y nutricionista en el Hospital Clínico de Barcelona y en el Hospital Príncipes de España (actualmente, Hospital Universitario de Bellvitge).
Ha publicado los libros Alimentación y dietoteràpia (Ed. McGraw-Hill Interamericana, 4 ediciones) con J. Clapés y P. Cervera; Educar en la alimentación y la nutrición (Tibidabo ediciones, 2010) con L. Padrón y P. Cervera, y capítulos en varios libros de nutrición clínica.
Además, ha participado en el proyecto internacional ALFA, y ha colaborado en diferentes publicaciones y en medios de comunicación: en debates en TV3 y en La 2, entre otros, y durante cinco años en el programa La solució de Catalunya Ràdio.