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Información general
DescripciónpP@)
El diagnóstico médico de diabetes se establece cuando el organismo no produce insulina o no la produce en la cantidad necesaria. Se clasifica en diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2.
La diabetes tipo 1 se caracteriza por una ausencia casi total de la producción de insulina desde edades tempranas (infancia o adolescencia). Su tratamiento farmacológico siempre consiste en la administración de insulina, por ello se llama insulinodependiente.
En la diabetes tipo 2, que es la forma más frecuente, el páncreas (glándula localizada detrás del estómago y por delante de la columna. Produce jugos que ayudan a descomponer los alimentos y hormonas que ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre) no produce una cantidad suficiente de insulina o el organismo no responde bien a la insulina de la que dispone. Es más probable desarrollar este tipo de diabetes si algún miembro de la familia tiene o ha tenido diabetes, y también en el caso de tener exceso de peso o no hacer suficiente ejercicio físico.
Los antidiabéticos se prescriben a las personas con diabetes tipo 2 cuando la dieta y el ejercicio físico no logran controlar los valores de azúcar en la sangre. Si estos fármacos no son capaces de controlar el azúcar en la sangre de forma adecuada, se puede optar por inyecciones de insulina sola o bien por su combinación con los fármacos. Con frecuencia, la pérdida de peso da lugar a un mejor funcionamiento de la insulina en el organismo, lo cual hace que no se requiera de la ayuda de un tratamiento farmacológico.
Sin embargo, a veces, estas medidas no consiguen reducir el nivel de glucosa para acercarlo a un nivel normal o bien sucede que, tras unos años de tener diabetes tipo 2, el organismo deja de producir suficiente insulina. Tanto en un caso como en el otro está indicado administrar un medicamento para tratar de normalizar el nivel de glucosa en la sangre. El primer paso del tratamiento farmacológico de la diabetes tipo 2 se realiza, en principio, con medicamentos por vía oral llamados antidiabéticos, por ello también se denomina diabetes no insulinodependiente.
Para el tratamiento de la diabetes existen dos tipos de medicamentos: los antidiabéticos, que se usan únicamente en el tratamiento de la diabetes tipo 2, y las inyecciones de insulina, que pueden usarse en el tratamiento de la diabetes tipo 1 y tipo 2.
Actualmente, los antidiabéticos se clasifican en siete grupos: sulfonilureas, meglitinidas, biguanidas, tiazolidinedionas, inhibidores de la α-glucosidasa, inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4) y análogos del GLP—1.
HistoriapP@)
Los primeros antidiabéticos que se descubrieron fueron las sulfonilureas. El descubrimiento, como el de otros tantos fármacos, fue accidental. En 1942, Janbon y sus colaboradores, de la Clínica de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de Montpellier, estudiando una sulfamida (la RP-2254) para el tratamiento de la fiebre tifoidea, observaron crisis convulsivas en algunas de las personas tratadas, en particular en aquellas que se encontraban más desnutridas.
Un colega de Janbon, Auguste Loubatières, consideró que estas convulsiones eran similares a las que se producían en animales a los que se les administraban grandes cantidades de insulina. A partir de esta consideración estos investigadores dedujeron que las sulfonilureas tenían un efecto similar al de la insulina.
Esta hipótesis sobre los efectos hipoglucemiantes (disminución del nivel de glucosa en la sangre) de la RP-2254 rápidamente se comprobó en perros y ratas con diabetes inducida por fármacos, en los que la administración del producto reducía los niveles plasmáticos de glucosa. Las primeras pruebas en humanos mostraron que este fármaco era eficaz en personas mayores con niveles de glucosa elevados (diabetes tipo 2), mientras que en diabéticos jóvenes (diabetes tipo 1) no producían ningún efecto, lo cual indicaba que el medicamento hacía disminuir el nivel de glucosa en la sangre sólo en aquellas personas capaces de producir insulina en mayor o menor cantidad.
Estos y otros estudios condujeron a Loubatières a proponer que esta sulfonilurea estimulaba el páncreas a producir más insulina, lo cual hacía que fuese un buen tratamiento para la diabetes tipo 2.
La historia de las biguanidas se remonta a la Edad Media, cuando la Galena officinalis (rica en biguanida) fue utilizada en el sur y en el este de Europa como tratamiento para la diabetes. En la década de los sesenta las biguanidas comenzaron a sintetizarse en el laboratorio y a comercializarse de forma reglada.
El resto de antidiabéticos se ha descubierto y sintetizado en el laboratorio en las décadas siguientes.
NombrespP@)
1. Sulfonilureas, 2. Meglitinidas, 3. Biguanidas, 4. Tiazolidinedionas, 5. Inhibidores de l'α-glucosidasa, 6. Inhibidores de la dipeptil peptidasa-4 (DPP-4), 7. Análogos del GLP-1.
1. Sulfonilureas
Las sulfonilureas estimulan el páncreas para que libere más insulina y se utilizan desde 1950.
Principio activo | Nombre comercial |
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Diabinese |
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Daonil |
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Diamicron |
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Minodiab |
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Glurenor |
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Staticum |
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Amaryl |
2. Meglitinidas
Las meglitinidas son medicamentos que, al igual que las sulfonilureas, también estimulan el páncreas para la liberación de insulina.
Principio activo | Nombre comercial |
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Prandin |
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Starlix |
3. Biguanidas
Las biguanidas reducen el nivel de glucosa en la sangre ya que disminuyen la formación de glucosa del hígado. También ayudan a que la glucosa sea absorbida por el músculo, ya que lo hacen más sensible a la acción de la insulina.
Principio activo | Nombre comercial |
---|---|
Dianben 850 |
4. Tiazolidinedionas
Las tiazolidinedionas ayudan a que la insulina funcione mejor. La insulina actúa en muchos órganos, fundamentalmente en el hígado, en los músculos y en la grasa.
Principio activo | Nombre comercial |
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Actos |
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Competact |
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Pioglitazona + glimepirida | Tandemact |
5. Inhibidores de l'α-glucosidasa
Este grupo de medicamentos bloquea la descomposición de los almidones, una de las principales fuentes de glucosa, en el intestino. También reducen la absorción de ciertos azúcares, como el de mesa.
Principio activo | Nombre comercial |
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Glucobay |
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Diastabol |
6. Inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4)
Los inhibidores del DPP-4 aumentan los niveles de hormonas incretinas liberadas por el intestino en respuesta a las comidas. Aumentan la secreción de insulina postprandial y reducen la secreción de glucagón.
Principio activo | Nombre comercial |
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Linagliptina | Trajenta |
Sitagliptina | Januvia, Xelevia, Tesavel, Ristaben |
Sitagliptina + metformina | Efficib, Janumet, Velmetia, Ristfor |
Vildagliptina | Galvus, Jalra, Xiliarx |
Vildagliptina + metformina | Eucreas, Icandra, Zomarist |
Saxagliptina | Onglyza |
7. Análogos del GLP-1
Los antidiabéticos análogos del GLP-1 actúan como las incretinas, ya que aumentan la insulina liberada en respuesta a la ingesta. Suprimen la secreción de glucagón y enlentecen el vaciado gástrico.
Principio activo | Nombre comercial |
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Exenatida | Byetta |
Liraglutida | Victoza |
Actualmente, los antidiabéticos se clasifican en siete grupos:
sulfonilureas, meglitinidas, biguanidas, tiazolidinedionas, inhibidores de la α-glucosidasa, inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4) y análogos del GLP—1.
El prospectoP@)
El prospecto es el documento dirigido al consumidor en el que se recogen los datos más importantes del fármaco. Debe de estar elaborado de tal manera que la persona que va a consumir el medicamento sea capaz de comprender la información que contiene.
Consejos de salud: Medicamentos - el prospecto
ClasificaciónpP@)
Existen diferentes grupos de fármacos utilizados para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, ya que no todos actúan de la misma forma en el organismo para reducir los niveles de azúcar en la sangre.
Por ello, dependiendo de su actividad en el organismo, los antidiabéticos se pueden clasificar en siete grandes grupos:
1. Sulfonilureas, 2. Meglitinidas, 3. Biguanidas, 4.Tiazolidinedionas, 5. Inhibidores de la α-glucosidasa, 6. Inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4) y 7. Análogos del GLP—1.
Se administran una o dos veces al día antes de las comidas. Aunque todas producen efectos similares sobre la glucemia, difieren en los efectos secundarios, en la frecuencia de administración y en las interacciones con otros medicamentos. Se recomienda no consumirlas simultáneamente con el alcohol.
Su función consiste en estimular el páncreas para que produzca más insulina.
Este tipo de fármaco se suele utilizar en personas no obesas.
Si se administran 15 o 30 minutos antes de las comidas, se favorece su absorción.
Las sulfonilureas tienen el riesgo de producir hipoglucemias.
Su acción principal es ayudar al páncreas a producir más insulina.
Su acción es de inicio rápido y de duración corta.
Producen menos episodios de hipoglucemia que las sulfonilureas, aunque su eficacia sobre el control de la cantidad de glucosa en la sangre es similar a la de éstas.
Ayudan a que la insulina actúe sobre las células del hígado y del músculo. Como el resto de antidiabéticos, su objetivo es reducir los niveles de glucosa en la sangre.
Disminuyen la cantidad de azúcar que el hígado produce y libera a la sangre.
Pueden ocasionar perdida de peso. Tienen menor riesgo de hipoglucemia que las sulfonilureas.
Las biguanidas se consideran el antidiabético de primera elección en el paciente con diabetes de tipo II, tanto para las personas con obesidad como para las que no.
Favorecen la actividad de la insulina sobre todo en el hígado y en el tejido graso. Se administran una o dos veces al día en las comidas. Puesto que actúan principalmente en el hígado, se pueden producir alteraciones en él, por lo que es necesario realizar controles analíticos periódicos.
Al igual que las biguanidas, no tienen apenas riesgo de hipoglucemia.
Su efecto comienza a notarse a las cuatro semanas de iniciarse el tratamiento.
También reducen la presión sanguínea.
Este grupo de medicamentos bloquea la descomposición de los almidones, una de las principales fuentes de glucosa, en el intestino. También reducen la absorción de ciertos azúcares, como el de mesa, con lo cual se reduce el aumento de la glucemia que tiene lugar después de las comidas. Deben administrarse junto con el primer bocado de una comida.
Disminuyen la absorción intestinal de los hidratos de carbono consumidos en la dieta.
Este efecto se ha observado tanto en personas con diabetes tipo 1 como en personas con diabetes tipo 2.
Estos fármacos no tienen efectos asociados a hipoglucemias ni a aumento de peso.
Como efectos secundarios, pueden presentar diarrea y flatulencia.
Los inhibidores de la dipeptil peptidasa-4 aumentan los niveles de hormonas incretinas activas (GLP-1 y GIP) liberadas por el intestino en respuesta a las comidas, a través de la inhibición de la enzima que las degrada (DPP-4). Aumentan la secreción de insulina postprandial y reducen la secreción de glucagón. No producen aumento de peso ni tienen un efecto asociado a hipoglucemias.
Los efectos adversos más frecuentes son gastrointestinales (náuseas, dolor abdominal y diarrea) y respiratorios (bronquitis, rinofaringitis y sinusitis).
Se desconocen sus efectos a largo plazo.
Los antidiabéticos análogos del GLP-1 actúan como las incretinas (un tipo de hormonas producidas en el intestino). Aumentan la insulina que se libera en respuesta a la ingesta de glucosa dependiente de insulina y suprimen la secreción de glucagón.
Enlentecen el vaciado gástrico porque reducen la velocidad con la que la glucosa postingesta aparece en la circulación.
Este tipo de fármaco disminuye el peso. Están indicados para el tratamiento de la diabetes mellitus de tipo 2 en combinación con metformina y/o sulfonilureas, en los pacientes con IMC > 30 que no consiguen un control de la glucemia adecuado con las dosis máximas de estos antidiabéticos. Necesita visado de inspección. Tienen menos riesgo de hipoglucemia que las sulfonilureas.
Se han de administrar de forma inyectada por vía subcutánea una vez al día (liraglutida), independientemente de la comida, o dos veces al día, 60 minutos antes de las comidas (exenatida).
Los efectos adversos más frecuentes son los gastrointestinales (náuseas, vómitos y pancreatitis). Se desconocen sus efectos a largo plazo.
Enlaces de interés
Fuentes de interés general
- CDC Diabetes Public Health Resource
- Diabetes Juvenil
- Diabéticos.com
- Forumclínic
- Fundación Carrasco i Formiguera
- National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases
Asociaciones / grupos de ayuda mutua
- American Association of Diabetes Educators
- Asociación Americana de Diabetes
- Asociación Catalana de Diabetes (ACD)
- Asociación Catalana de Dietistas-Nutricionistas
- Asociación de Diabéticos de Cataluña (ADC)
- Canadian Diabetes Association
- European Association for Study of Diabetes (EASD)
- Federación de Diabéticos Españoles (FEDE)
- Fundación para la Diabetes
- International Diabetes Federation
- Juvenile Diabetes Foundation International
- The Islet Foundation
Sociedades profesionales
- Diabetes UK
- International Society for Pediatric and Adolescent Diabetes
- Sociedad Española de Diabetes
- Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición
Bibliografía
Bibliografía consultada
- Asperheim MK. Farmacology: an introductory text.
9ª ed. Philadelphia: W.B. Saunders Company; 2002 - Beneit Montesinos JV, Velasco Martín JL. Farmacología y terapéutica clínica.
Madrid: Luzán; 1993 - Castells S, Hernández-Pérez M. Farmacología en enfermería.
Madrid: Harcourt; 2000 - Eric T, Herfindal & Dick R, Gourley. Textbook of therapeutics.
6ª ed. Baltimore (USA): Williams & Wilkins; 1996 - Farmacología Clínica. Jesús Flórez, Juan Antonio Armijo, Africa Mediavilla.
Ed Masson. - Florez J. y cols. Farmacología Humana.
4ª ed. Barcelona: Editorial Masson; 2003 - Googdman A., Goodman L.S., Gilman A. Las bases farmacológicas de la terapeútica.
(10ª ed). Madrid: Editorial McGraw-Hill-Interamericana; 2003 - Kee JLF, Hayes ER. Pharmacology: a Nursing Process Approach.
3ª ed. Philadelphia: W.B. Saunders Company; 2000 - Lewis S, Heitkemper M, Dirksen S. Enfermería Médico-Quirúrgica: Valoración y Cuidados de Problemas Clínicos.
6ª ed. Madrid: Mosby; 2004 - Montoro JB, Salgado A. Interacciones fármacos-alimentos.
Barcelona: Novartis; 1999 - Mosquera González JM, Galdos Anuncibay P. Farmacología clínica para enfermería.
3ª ed. Madrid: McGraw-Hill/Interamericana; 2001 - Pradillo P, y cols. Farmacología en Enfermería.
Colección Enfermería S21 Madrid: DAE, S.L.; 2003 - Rang MP, Dale MM. Farmacología.
4ª ed. Madrid: Harcourt; 2000 - Vademecum Internacional. Especialidades Farmaceúticas y Biológicas. Productos y artículos de parafarmacia.
Métodos de diagnóstico.44ª ed. Madrid: MEDICOM; 2003 - Velasco A y cols. Farmacología fundamental.
Madrid; Editorial McGraw-Hill-Interamericana; 2003
Carmen Fernández Ferrín
Enfermera. Fué profesora Emérita de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Barcelona.
La Carmen falleció en agosto del 2013 pero su aportación y experiencia enfermera continuaran siempre presentes en la Enfermera virtual.
Fué experta en el modelo conceptual de Virginia Henderson, se interesó por el desarrollo disciplinar de la enfermería, especialmente por todo lo relacionado con la construcción teórica del mismo. Conferenciante y ponente en foros de discusión y formación profesional. Autora de Los diagnósticos enfermeros. Revisión crítica y guía práctica (8ª ed., Madrid: Elsevier, 2008) y de De la teoría a la práctica. El pensamiento de Virginia Henderson en el siglo XXI (3ª ed., Barcelona: Masson, 2005), así como de numerosos artículos.
Formó parte de la dirección científica de la Enfermera virtual y, como tal, participó en la definición de los conceptos nucleares que enmarcan la filosofía de la web, asesoró en la construcción de la misma y en el diseño de la estructura de las fichas. Así mismo, participó en la selección de los temas a abordar, en la revisión, desde el punto de vista disciplinar, de los contenidos elaborados por los autores y en la revisión final del material elaborado antes de su publicación en la web.
Gisel Fontanet Cornudella
Máster en educación para la salud (UDL). Postgrado en Enfermería psicosocial y salud mental (UB).
Actualmente es gestora de desarrollo de personas de la Unidad de Gestión del Conocimiento de la Fundación Sanitaria Mollet. Miembro del Consejo Asesor Fundación TICSALUT 2014-2017, del grupo @MWC_nursing, entre otros.
Hasta abril de 2015, ha sido adjunta en la Dirección de Programas del COIB llevando a cargo la dirección y coordinación del proyecto Infermera virtual y hasta diciembre de 2016 la dirección de la elaboración y el mantenimiento de los contenidos de Infermera virtual en lo que a su vertiente estructural y pedagógica se refiere, y como asesora del proyecto. Considera que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) e Internet y, en general, la red 2.0 son un canal de comunicación e interacción con y para los ciudadanos, con un gran potencial para la promoción de la autonomía e independencia de las personas en el control y mejora de su salud, como complemento de la atención presencial y continuidad de los cuidados, puesto que es un medio a través del que la persona poco a poco expresa sus necesidades, deseos o inquietudes. Esta información es primordial para conocer el sujeto de la educación y en el cuidar.
Desde 1998, su actividad profesional se desarrolla en el marco de la promoción y la educación para la salud. Fue coordinadora y enfermera asistencial durante 6 años de la Unidad de educación para la salud en la atención a personas afectadas de un problema de salud crónico del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, donde intercaló de forma pionera la atención presencial y virtual. Ha ido centrando su línea de trabajo en el desarrollo de proyectos en el campo de la tecnología de la información y la comunicación (TIC), en el ámbito de la salud.
Es autora de diversas publicaciones, tanto en el registro escrito como en el audiovisual, y de documentos de opinión referentes a la promoción y educación para la salud. Ha colaborado y ha participado en varias jornadas, espacios de debate y estudios de investigación, entre otros, relacionados con la aplicación de las TIC en el ámbito de la salud. Ha iniciado líneas de trabajo en el marco de la promoción y educación para la salud en la escuela, como contexto de ejercicio de la enfermera. Fué miembro fundador del grupo Innovación y Tecnología del COIB @itcoib.
Mª Teresa Luis Rodrigo
Enfermera. Profesora Emérita de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Barcelona. Se ha interesado desde hace años en el desarrollo y la utilización de las terminologías enfermeras (de diagnósticos, intervenciones y resultados), desde una concepción disciplinar de los cuidados. Conferenciante y ponente en foros de discusión y formación profesional. Autora de Los diagnósticos enfermeros. Revisión crítica y guía práctica (8ª ed., Madrid: Elsevier, 2008) y de De la teoría a la práctica. El pensamiento de Virginia Henderson en el siglo XXI (3ª ed., Barcelona: Masson, 2005), así como de numerosos artículos en distintas revistas científicas.
Hasta diciembre de 2016 formó parte de la dirección científica y disciplinaria de la Infermera virtual y, como tal, ha participado en la elaboración de los conceptos nucleares que guían el contenido de la web, ha asesorado en cuanto a su construcción y en la selección de los temas a abordar, de igual modo, ha colaborado, siempre desde la perspectiva científica y disciplinaria, en la revisión de los contenidos elaborados por los autores y en la revisión final del material elaborado antes de publicarlo en la web.
Roser Castells Baró
Llicenciada en filologia catalana (UB), màster en escriptura per a la televisió i el cinema (UAB), i postgraduada en reportatge de televisió (UPF). Ha treballat com a lingüista especialitzada en llenguatges tècnics i científics al Centre de Terminologia Termcat, i com a assessora lingüística i traductora a la "Revista de la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya", entre altres entitats. Actualment, compagina l'activitat com a lingüista amb la de guionista. Ha col·laborat en la realització de diversos vídeos didàctics per al COIB.
Alfredo Serrano Ruiz
Enfermero del Hospital Universitario Puerta De Hierro Majadahonda, Madrid. Investigador principal de un proyecto multicéntrico financiado por el Fondo de Investigación Sanitaria del Instituto de Salud Carlos III. Investigador colaborador de un proyecto financiado por la Fundación de Investigación del Hospital Universitario Puerta de Hierro. Tiene experiencia como investigador colaborador en más de veinte ensayos clínicos internacionales.
Ma. Encarnación Pastor Santamaria
Diplomada en enfermería (UB). Postgrado en atención y educación a les persones con diabetes. Máster en enfermería de salud pública y comunitaria. Postgrado Curso autoformativo para diplomados en enfermería (CADI). En cuanto a tabaquismo, ha trabajado en el Programa de Atención Primaria Sin Humo y como responsable de consulta de deshabituación tabáquica.