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En diversos estudios se ha demostrado que el consumo de sal y la aparición de la presión alta o hipertensión están relacionados. Si te han diagnosticado hipertensión, conviene que reduzcas o elimines por completo la sal de tu dieta. Esta medida te ayudará a contralar la tensión arterial, la sensación de sed y no sentirte tan hinchado.

Debes que saber que, en nuestra dieta habitual, ya hay muchos alimentos que contienen sal. Así pues, la manera más fácil de reducir la sal es no añadiéndose más. Los productos frescos, por norma general, suelen tener una concentración de sal mucho más baja que los precocinados o los elaborados. Por lo tanto, evita los congelados, instantáneos, sopas de sobre, salsas, zumos, conservas, frutos secos salados, los quesos (excepto el fresco y bajo en sodio), los embutidos, las carnes ahumadas, curadas o deshidratadas y la pastelería envasada o industrial.

En la siguiente tabla alimentos encontrarás una clasificación de los alimentos más convenientes que contienen sal. Descargar aquí.

A la hora de cocinar, aunque no utilices sal, no es necesario que la comida sea insípida; los siguientes consejos te ayudarán a potenciar el sabor de los alimentos.

• Cocina al vapor, a la plancha o en estofado. Estas cocciones conservan mejor el sabor.
• Haz sopas con muchas verduras. De esta manera serán más sabrosas.
• No hiervas en exceso la verdura- 15 o 20 minutos son suficientes-y utiliza poca agua.
• Las patatas hervidas con piel son más sabrosas.
• Cocina con aceite de oliva. Una opción es combinarlo con aceites con sabor o perfumados, por ejemplo, con ajo, orégano, tomillo o guindilla.
• Utiliza especias, hierbas aromáticas, ajo fresco o polvo de ajo o cebolla.

Consulta más información sobre el control de la sal en la dieta aquí.

Recuerda que es conveniente que mantengas un control regular de tu presión artHipertensiónerial con tu enfermera o profesional de la salud.