Información general
DescripciónP@)
La alimentación es una parte esencial en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias intestinales (EII).
En general, se puede decir que la alimentación adecuada en estas circunstancias es una alimentación saludable que se modificará según las necesidades del momento o la fase de la enfermedad, y de los posibles problemas de salud que pueda presentar cada persona.
Evolución y breve historiapP@)
La enfermedad inflamatoria intestinal es una enfermedad de causa desconocida. Parece que uno de los posibles factores desencadenantes es la dieta. Fue a partir de esta teoría que se desarrollaron diferentes pautas nutricionales encaminadas a eliminar el alimento o nutriente causante, tanto en la fase activa como en la fase de remisión. Esto llevó a seguir dietas muy restrictivas que agravaron la situación de malnutrición. Pero, hasta ahora, ningún estudio ha podido demostrar el causante dietético directo.
Actualmente, existen estudios que sugieren que existen factores genéticos y ambientales como la falta de tolerancia a la flora microbiota (conjunto de comunidades que coloniza un determinado nicho ecológico). Es decir, podría ser que nuestro sistema defensivo reconociera como peligrosos a los microorganismos que pueblan de forma habitual el intestino y que, entonces, pusiera en marcha una serie de procesos inflamatorios que darían lugar a lesiones en el intestino que afectarían la permeabilidad intestinal.
Además, como a menudo las enfermedades inflamatorias intestinales empiezan con diarrea, se prescribían dietas exentas de fibra. Actualmente se sabe que, excepto para las personas que presentan una obstrucción intestinal, la fibra soluble (presente, por ejemplo, en las zanahorias, las manzanas o el membrillo) y la fibra insoluble (presente, por ejemplo, en las verduras o los cereales integrales) son necesarias para el buen estado del intestino. Pero es necesario hacer siempre una valoración personalizada de qué tipo de fibra es la más adecuada y cuándo se debe introducir en la dieta.
El tratamiento y el seguimiento nutricionales de cada persona los realizan equipos de salud formados por diferentes profesionales. En enfermedades como éstas, que provocan diarreas, malnutrición y dolor abdominal, es necesario seguir una dieta personalizada que tenga en cuenta todos los factores que inciden en su evolución, empezando por la enfermedad concreta (enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa), con el objetivo de mejorar el estado nutricional, controlar los brotes, evitar la evolución hacia un brote más severo y alargar el tiempo en fase de remisión. Esto puede requerir la introducción en las dietas de determinados nutrientes, cada vez más estudiados, con efectos beneficiosos, como por ejemplo probióticos (que contienen microorganismos vivos) ácidos grasos omega 3 (ácidos grasos poliinsaturados que deben aportarse a través de la dieta, ya que el cuerpo no los puede fabricar), proteínas, provitaminas, como son el betacaroteno o la provitamina A, y minerales, como el zinc.
ObjetivosP@)
Los objetivos del tratamiento dietético en una enfermedad inflamatoria intestinal son:
- Favorecer el reposo intestinal.
- Ayudar a reducir la inflamación característica que presenta el intestino delgado y/o grueso en esta enfermedad.
- Prevenir o corregir la malnutrición (carencia o déficit de nutrientes o de la energía indispensable para el correcto funcionamiento del organismo).
- Conseguir o mantener un buen estado nutricional en caso de brote agudo o cirugía.
- Fomentar la recuperación de la correcta funcionalidad del intestino.
- Prevenir o reducir la posibilidad de sufrir un nuevo brote así como disminuir su gravedad.
- Prevenir o corregir el retraso del crecimiento en el caso de los niños y los adolescentes.
- Prevenir los efectos secundarios a corto o largo plazo de la enfermedad, como el envejecimiento prematuro o la osteoporosis (fragilidad de los huesos producida por la pérdida de componentes minerales que los forman, lo que hace que se vuelvan frágiles y se puedan romper con facilidad).
- Mejorar la calidad de vida.
Recomendaciones generalespP@)
Una alimentación saludable aporta los nutrientes necesarios para asegurar un óptimo estado de salud. El consumo de determinados nutrientes, además, puede ayudar a mantener el buen estado y el buen funcionamiento del intestino.
Estos nutrientes son: 1. Proteínas, 2. Betacarotenos, 3. Zinc, 4. Flavonoides, 5. Probióticos, 6. Prebióticos, 7. Fibra.
1. Proteínas
Las proteínas son nutrientes muy importantes para el correcto funcionamiento del organismo. Cumplen múltiples funciones, entre las cuales la regeneración celular. Cuando a causa de una EII hay una afectación del tubo digestivo, una correcta aportación de proteínas es muy importante para su óptima regeneración celular. Por esta razón, las tres comidas principales deben incluir alimentos proteicos como el pescado, la carne, los huevos, las legumbres y los lácteos.
La aportación de proteínas se puede tener que aumentar si se dan las siguientes situaciones:
- Intervenciones quirúrgicas mayores. Son aquellas intervenciones más complejas y con más riesgo, como algunas que se practican en la zona abdominal.
- Infecciones. Por ejemplo, los abscesos rectales o bolsas de pus anales.
- Inmunodeficiencia. Se produce cuando el sistema defensivo (sistema inmunitario) del organismo no funciona de manera adecuada. Esto hace que las infecciones sean más frecuentes y en general más graves y duren más tiempo del que es habitual.
- Alteraciones del tracto intestinal. Se producen cuando el intestino delgado y/o grueso están alterados por afecciones como la enfermedad inflamatoria intestinal, la enteritis infecciosa (inflamación de tipo infecciosa del intestino), el síndrome del intestino corto (conjunto de manifestaciones objetivas y subjetivas causado por la extirpación de una parte importante del intestino delgado) y tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia.
Fuentes alimentarias: carne, pescado, huevos, marisco, lácteos, legumbres, bebida y postre de soja, entre otros.
2. Betacarotenos
Los betacarotenos son un tipo de pigmento responsable del color amarillo, naranja y rojo de muchas frutas y verduras. Una vez ingeridos, se transforman en vitamina A en el hígado y el intestino delgado, según las necesidades del organismo.
El betacaroteno tiene funciones específicas dentro del organismo, como la función antioxidante, la antienvejecimiento y la protectora de la piel y las mucosas. Esta última función se ejerce en diferentes células del organismo, como por ejemplo las del intestino, donde resulta imprescindible para la integridad y buen estado del mismo. Es muy importante para las personas que tienen una enfermedad inflamatoria intestinal.
Fuentes alimentarias: polen, zanahoria, mango, papaya, albaricoques y perejil, entre otros.
3. Zinc
El zinc és un mineral que se encuentra en la composición de numerosas enzimas, en los músculos y en los huesos. Es imprescindible para un crecimiento y desarrollo correctos, así como también para asegurar un buen funcionamiento del sistema inmunológico. Interviene en funciones sensoriales del sabor y del olfato, es un componente de la insulina y también participa en el mantenimiento del buen estado del intestino.
Fuentes alimentarias: gambas, calamares, pescado y carne, entre otras.
Ver tabla: Alimentos ricos en Zinc
4. Flavonoides
Los flavonoides son compuestos que se encuentran la mayoría de verduras y de frutas, a las que proporcionan color, sabor y olor. Los flavonoides tienen efectos beneficiosos sobre el organismo en general y sobre el intestino en concreto, como el efecto antiinflamatorio o antioxidante, entre otros.
Fuentes alimentarias: frutas, verduras, té y soja, entre otras.
5. Probióticos
El sistema digestivo, especialmente la mucosa intestinal, está poblada por microorganismos que forman la llamada flora microbiota. Algunos de estos microorganismos tienen efectos saludables sobre el mismo intestino y sobre el organismo en general. A los alimentos que contienen estos microorganismos vivos, que al ser ingeridos en cantidades suficientes ejercen un efecto beneficioso para la salud, se los conoce como alimentos probióticos.
Los beneficios de los alimentos probióticos sobre el tubo digestivo son:
- Facilitan la digestibilidad de la lactosa (azúcar que hay en la leche).
- Regulan el ritmo deposicional.
- Alivian el estreñimiento.
- Alivian la diarrea causada por determinados virus.
- Previenen la diarrea causada por radiaciones, como las del tratamiento con radioterapia.
- Reducen la diarrea que se puede sufrir durante los tratamientos con antibióticos.
- Mejoran la respuesta del sistema defensivo del cuerpo.
- Impiden una crisis inicial por inflamación del reservorio del ileo (en inglés, pouchitis) y futuras recaídas.
- Ayudan a mantener la remisión de la colitis ulcerosa (CU) en niños y en adultos con CU de leve a moderada.
- Alivian la inflamación del tubo digestivo.
Fuentes alimentarias: leches fermentadas con microorganismos vivos como los yogures.
6. Prebióticos
Un prebiótico es un ingrediente fermentable no digerible de la dieta que estimula el crecimiento y/o la actividad de una o más especies de bacterias benéficas de la lmicrobiota gastrointestinal (no patógenas) lo que produce efectos saludables en el cuerpo.
Los beneficios de los prebióticos sobre el tubo digestivo son:
- Aumentan el número de bacterias beneficiosas que pueblan el tubo digestivo y disminuyen las potencialmente nocivas.
- Incrementan la absorción de minerales como el calcio, el hierro y el magnesio.
- Mejoran el sistema defensivo del organismo (sistema inmunitario).
- Ayudan a mantener el intestino en buen estado.
Fuentes alimentarias: las cebollas, los espárragos, los plátanos y las alcachofas, entre otros.
7. Fibra
La fibra es una mezcla de substancias que se encuentra, principalmente, en los alimentos vegetales: verduras y frutas. Se elimina a través de las heces sin haber sufrido casi modificaciones. La podemos clasificar en fibra soluble (la encontramos en las zanahorias, las manzanas y el membrillo, entre otros) y insoluble (la encontramos en los cereales integrales y las verduras, entre otros).
La fibra, según sea soluble o insoluble, actuará de forma diferente sobre el intestino delgado y el colon.
- El efecto de la fibra soluble sobre el intestino delgado es:
- Retarda el ritmo deposicional. Está indicada, por ejemplo, en caso de diarreas.
- El efecto de la fibra soluble sobre el colon es:
- Regula el ritmo de las deposiciones. Está indicada para las personas que alternan episodios de estreñimiento con episodios de diarrea.
- Ayuda a la supervivencia de las bacterias beneficiosas para el colon y, en consecuencia, a su correcto funcionamiento.
- Induce las células del colon (colonocitos) a crecer correctamente, gracias a la fermentación que producen las bacterias beneficiosas para el colon sobre la fibra soluble.
Fuentes alimentarias: zanahorias, manzanas, avena y membrillo, entre otros.
- El efecto de la fibra insoluble sobre el intestino delgado es:
- Acelera el tránsito intestinal. Está indicada para las personas con estreñimiento.
- El efecto de la fibra insoluble sobre el colon es:
- Acelera el tránsito intestinal. Está indicada para aquellas personas con estreñimiento.
- Produce menos flatulencias que la fibra soluble. Está indicada para aquellas personas que quieren solucionar su estreñimiento y a su vez tienen un exceso de gases intestinales.
Fuentes alimentarias: cereales integrales y verduras, entre otros.
Comentarios
Listado
Comidas sin sentido, muy insuficientes, con alimentos exóticos y dispares, con comidas ridículas y sin indicaciones de preparación....
Nadie ha leído realmente lo que pone en esos menús.
Enlaces de interés
Fuentes de interés general
- Crohn’s & Colitis Foundation of America
- Foro activo para personas con EII
- Unidad de Atención Crohn-colitis
Asociaciones / grupos de ayuda mutua
Bibliografía
Bibliografía consultada
- Ballester i, Camuesco D, Gávez J, Sánchez de Medina F, Zarzuelo A. Flavonoides y enfermedad inflamatoria intestinal.
Ars Pharm 2006;47(1): 5-21. - Brown A, Rampertab D, Mullin G. Existing dietary guidelines for Crohn’s disease and ulcerative colitis.
Exper Rev. Gastroenterol. Hepatol. 2001; 5(3):411-425 - Hering NA, Schulde JD. Therapeutic options to modulate barrier defects in inflammatory bowel disease.
Dig Dis. [revista a internet]. 2009 [12/04/13]; 27.(4): [4]. Disponible a: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19897959 - Farreras P, Rozman C. Medicina interna.
Vol. I. Barcelona. Ediciones Doyma S.A.; 1992. - Ginard D, Riera J, Bonet L, Barranco L, Reyes J, Escarda A, Obrador A. Malabsorción de lactosa en la colitis ulcerosa. Estudio de casos y controles.
Gastroenterol Hepatol. - Mataix Verdú J. Nutrición y alimentación humana.
Vol.II. Madrid. ERGON; 2002. - Mena J, Duque A, Cóndor L, Rodríguez A. Enfermedad de Crohn y gestación.
Clin Invest Ginecol Obstet - Organización Mundial de Gastroenterología, Guías prácticas: Enfermedad Inflamatória intestinal: una perspectiva global.
[monografia a Internet]. 2011 [14/07/2014]. Disponible a: http://www.worldgastroenterology.org/inflammatory-bowel-disease.html - Organizacion Mundial de Gastroenterología. Guias prácticas: probióticos y prebióticos.
[monografia a internet]. 2011 [14/07/2014]. Disponible a: http://www.worldgastroenterology.org/probiotics-prebiotics.html - Requejo A, Ortega R. Nutriguia. Manual de nutrición clínica en atención primaria.
Madrid. Editioral Complutense; 2000. - Santacana Ll, Matas F, Estil A. Manual practico. Pautas dietétiques.
Coloplast. - Virginia Robles-Alonso V, Guarner F. Progreso en el conocimiento de la microbiota intestinal humana.
Nutr Hosp. 2013;28(3):553-557.
Carmen Fernández Ferrín
Enfermera. Fué profesora Emérita de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Barcelona.
La Carmen falleció en agosto del 2013 pero su aportación y experiencia enfermera continuaran siempre presentes en la Enfermera virtual.
Fué experta en el modelo conceptual de Virginia Henderson, se interesó por el desarrollo disciplinar de la enfermería, especialmente por todo lo relacionado con la construcción teórica del mismo. Conferenciante y ponente en foros de discusión y formación profesional. Autora de Los diagnósticos enfermeros. Revisión crítica y guía práctica (8ª ed., Madrid: Elsevier, 2008) y de De la teoría a la práctica. El pensamiento de Virginia Henderson en el siglo XXI (3ª ed., Barcelona: Masson, 2005), así como de numerosos artículos.
Formó parte de la dirección científica de la Enfermera virtual y, como tal, participó en la definición de los conceptos nucleares que enmarcan la filosofía de la web, asesoró en la construcción de la misma y en el diseño de la estructura de las fichas. Así mismo, participó en la selección de los temas a abordar, en la revisión, desde el punto de vista disciplinar, de los contenidos elaborados por los autores y en la revisión final del material elaborado antes de su publicación en la web.
Gisel Fontanet Cornudella
Máster en educación para la salud (UDL). Postgrado en Enfermería psicosocial y salud mental (UB).
Actualmente es gestora de desarrollo de personas de la Unidad de Gestión del Conocimiento de la Fundación Sanitaria Mollet. Miembro del Consejo Asesor Fundación TICSALUT 2014-2017, del grupo @MWC_nursing, entre otros.
Hasta abril de 2015, ha sido adjunta en la Dirección de Programas del COIB llevando a cargo la dirección y coordinación del proyecto Infermera virtual y hasta diciembre de 2016 la dirección de la elaboración y el mantenimiento de los contenidos de Infermera virtual en lo que a su vertiente estructural y pedagógica se refiere, y como asesora del proyecto. Considera que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) e Internet y, en general, la red 2.0 son un canal de comunicación e interacción con y para los ciudadanos, con un gran potencial para la promoción de la autonomía e independencia de las personas en el control y mejora de su salud, como complemento de la atención presencial y continuidad de los cuidados, puesto que es un medio a través del que la persona poco a poco expresa sus necesidades, deseos o inquietudes. Esta información es primordial para conocer el sujeto de la educación y en el cuidar.
Desde 1998, su actividad profesional se desarrolla en el marco de la promoción y la educación para la salud. Fue coordinadora y enfermera asistencial durante 6 años de la Unidad de educación para la salud en la atención a personas afectadas de un problema de salud crónico del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, donde intercaló de forma pionera la atención presencial y virtual. Ha ido centrando su línea de trabajo en el desarrollo de proyectos en el campo de la tecnología de la información y la comunicación (TIC), en el ámbito de la salud.
Es autora de diversas publicaciones, tanto en el registro escrito como en el audiovisual, y de documentos de opinión referentes a la promoción y educación para la salud. Ha colaborado y ha participado en varias jornadas, espacios de debate y estudios de investigación, entre otros, relacionados con la aplicación de las TIC en el ámbito de la salud. Ha iniciado líneas de trabajo en el marco de la promoción y educación para la salud en la escuela, como contexto de ejercicio de la enfermera. Fué miembro fundador del grupo Innovación y Tecnología del COIB @itcoib.
Mª Teresa Luis Rodrigo
Enfermera. Profesora Emérita de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Barcelona. Se ha interesado desde hace años en el desarrollo y la utilización de las terminologías enfermeras (de diagnósticos, intervenciones y resultados), desde una concepción disciplinar de los cuidados. Conferenciante y ponente en foros de discusión y formación profesional. Autora de Los diagnósticos enfermeros. Revisión crítica y guía práctica (8ª ed., Madrid: Elsevier, 2008) y de De la teoría a la práctica. El pensamiento de Virginia Henderson en el siglo XXI (3ª ed., Barcelona: Masson, 2005), así como de numerosos artículos en distintas revistas científicas.
Hasta diciembre de 2016 formó parte de la dirección científica y disciplinaria de la Infermera virtual y, como tal, ha participado en la elaboración de los conceptos nucleares que guían el contenido de la web, ha asesorado en cuanto a su construcción y en la selección de los temas a abordar, de igual modo, ha colaborado, siempre desde la perspectiva científica y disciplinaria, en la revisión de los contenidos elaborados por los autores y en la revisión final del material elaborado antes de publicarlo en la web.
Roser Castells Baró
Llicenciada en filologia catalana (UB), màster en escriptura per a la televisió i el cinema (UAB), i postgraduada en reportatge de televisió (UPF). Ha treballat com a lingüista especialitzada en llenguatges tècnics i científics al Centre de Terminologia Termcat, i com a assessora lingüística i traductora a la "Revista de la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya", entre altres entitats. Actualment, compagina l'activitat com a lingüista amb la de guionista. Ha col·laborat en la realització de diversos vídeos didàctics per al COIB.