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Consejos de la enfermera
RespirarpP@)
Respirar aire limpio. El trabajo y la diversión se llevan a cabo en todos los ambientes. Es necesario respirar aire limpio en todo momento y, muy especialmente, cuando se hace algún tipo de ejercicio, pues en esa situación aumenta la demanda de oxígeno. Si se pasea o se hace ejercicio, es aconsejable evitar las zonas de mucho tráfico. Es necesario prestar atención a la información sobre contaminación ambiental y renovar el aire de los edificios donde se trabaja o se disfruta del tiempo libre para evitar compuestos contaminantes procedentes de productos de limpieza, polvo o humo de tabaco. Esta atención debería ser mayor en el caso de personas con enfermedades cardíacas o pulmonares, personas con problemas respiratorios, mujeres embarazadas, ancianos, atletas y otras personas que ocupan tiempo en actividades al aire libre, muy especialmente, los niños, ya que tienen una mayor frecuencia respiratoria, son más vulnerables por estar en desarrollo y tener una mayor susceptibilidad a irritaciones y a enfermedades.
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permitirán adoptar medidas saludables en relación con la actividad de la vida diaria de:
Respirar
Comer y beberpP@)
Encontrar satisfacción en el comer. El acto de comer, además de cumplir una función nutricional, contribuye al disfrute si se presta atención al sabor de los alimentos o si se toma como una oportunidad para compartir el momento con personas significativas. Comer es, para muchas personas, uno de los placeres de la vida. Las personas comen, siempre que pueden, los alimentos que más les gustan, y tratan de evitar los que les desagradan, aunque muchas veces sean los más indicados. En general, los estudios demuestran que comer alimentos que gustan da placer y causa la liberación de ciertas hormonas, las endorfinas, que producen sensación de bienestar.
Alimentación saludable: recomendaciones
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permitirán adoptar medidas saludables en relación con la actividad de la vida diaria de:
Moverse y mantener una postura corporal correctapP@)
La actividad física moderada es beneficiosa física y psicológicamente. Los niños emplean el cuerpo para jugar y los jóvenes y adultos optan por el ejercicio como actividad compensadora y lúdica.
Respetar la mecánica corporal.
Durante el día se realizan diversas actividades lúdicas o laborales que conllevan infinidad de movimientos corporales. La adopción de una mecánica corporal correcta, es decir, mantener posturas y hacer movimientos en los que el sistema musculoesquelético se alinee con las articulaciones, garantiza una menor cantidad de estrés muscular y de gasto energético. Para prevenir lesiones, en primer lugar, hay que tomar conciencia de la propia postura y de cuáles son los movimientos inadecuados; después, es necesario decidirse a corregirlos y, finalmente, hacer el esfuerzo para lograrlo.
Realizar actividad física.
Las actividades tanto laborales como de ocio pueden implicar actividad física o sedentarismo. La actividad física favorece un entrenamiento muscular con aumento de la fuerza, la resistencia y la elasticidad en los músculos, a la vez que amplía el volumen de la respiración. Otro efecto importante de la actividad física sobre el aparato cardiovascular es el aumento de la irrigación sanguínea, tanto cardiaca (vasos encargados de irrigar el propio corazón) como de la mayoría de los músculos, órganos y tejidos. Al mismo tiempo, la actividad física contribuye al mantenimiento de la elasticidad arterial, que es uno de los factores facilitadores de la circulación sanguínea.
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permitirán adoptar medidas saludables en relación con la actividad de la vida diaria de:
Reposar y dormirpP@)
Dosificar el grado de actividad.
Aunque parece que se necesita de actividad durante la vigilia para alcanzar un nivel de cansancio que induzca al descanso y a la relajación, este grado de actividad no debe sobrepasarse hasta el punto de que mantenga excitada a la persona y no le permita la desconexión física y, sobre todo, mental del estímulo. Por tanto, las planificaciones que favorezcan una dosificación de la energía y un mejor afrontamiento emocional facilitarán la relajación, mejorarán la inducción del sueño y proporcionarán un sueño más reparador.
Respetar los horarios de dormir.
Las responsabilidades familiares y las exigencias laborales y sociales pueden priorizarse sobre el dormir. En estos casos, se pospone la hora de ir a la cama y no se respeta el orden de los horarios de acostarse, lo que provoca una mala calidad del sueño. Tomar conciencia de la importancia de dormir y respetar el reloj biológico contribuirá a mejorar la calidad del sueño, lo que repercutirá en el buen rendimiento físico e intelectual y en el equilibrio emocional.
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permitirán adoptar medidas saludables en relación con la actividad de la vida diaria de:
EliminarpP@)
Mantener un patrón de eliminación regular. En muchas ocasiones la priorización de otras actividades como las del trabajo o las sociales contribuye a la inhibición del reflejo de la defecación o incluso de la micción. Esto produce retrasos en la evacuación y favorece el estasis de la orina en la vejiga y de las heces en el sigma. El estancamiento de las heces en el intestino deriva en una mayor absorción de agua en la pared intestinal, lo que genera heces más secas y aumenta la dificultad para expulsarlas. Para facilitar la defecación, es aconsejable respetar el momento más propicio y hacer coincidir la defecación después de una comida.
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permitirán adoptar medidas saludables en relación con la actividad de la vida diaria de:
Evitar peligros y prevenir riesgospP@)
Tanto en el trabajo como en el ocio es importante protegerse frente a los riesgos. Van en esta dirección los esfuerzos para sensibilizar a las personas sobre los riesgos y sobre el modo de evitarlos.
Aplicar las medidas preventivas.
La medicina del trabajo y la medicina deportiva ofrecen una inmensa información sobre cómo pueden prevenirse accidentes, enfermedades y lesiones. En líneas generales, se aconseja utilizar los equipos recomendados, aplicar las medidas preventivas y mantener un equilibrio entre las actividades de trabajo y las de ocio.
Con respecto a las actividades deportivas, se recomienda, además de emprenderlas con los equipamientos adecuados, hacer los movimientos o ejercicios con el aprendizaje de técnicas adecuadas, hacer un calentamiento correcto y no sobrepasar los límites de cada uno.
Controlar el estrés.
La persona puede sentirse incapacitada para asumir los diversos retos que presenta la vida cotidiana. En efecto, cuando las demandas del entorno rebasan sus posibilidades de respuesta, la persona tiene una serie de reacciones de tipo fisiológico, cognitivo, emocional y conductual, denominadas respuestas de estrés. Estas reacciones suelen ser taquicardias, insomnio, angustia, depresión, inadaptación social o somatización. Entre las conductas de escape se pueden desencadenar comportamientos nocivos para la salud: consumo excesivo de alcohol, tabaco u otras drogas, ingesta abusiva de alimentos e incluso conductas agresivas o violentas, como la conducción temeraria, que evidentemente inciden la salud física y mental. El aprendizaje de técnicas de relajación, de autocontrol y cognitivas (detención del pensamiento negativo, resolución de problemas y reorganización) ayuda a evaluar las situaciones de manera más realista, a disminuir la angustia y la ansiedad y a mejorar la autoeficacia.
Conocer las propias capacidades.
Es preciso llevar a cabo las actividades relativas al trabajo con un ritmo y una calidad dentro de los márgenes deseables, evaluarlas, persistir en su realización durante el tiempo necesario e introducir las medidas correctoras que se precisen en caso de error. Este ajuste está en la base de la posibilidad de acción de aquellas personas que cuentan con la capacidad necesaria para ello. Por tanto, es necesario realizar una acomodación entre las capacidades. De hecho, uno de los motivos generadores de insatisfacción en el mundo del trabajo es la falta de correspondencia entre las capacidades necesarias para la tarea y las aptitudes de quien la lleva a cabo, puesto que no siempre coinciden unas y otras. Las interpretaciones de los factores presentes en el contexto donde se produce la acción participan en su logro. Los mejores resultados se obtienen cuando la tarea se ajusta a las capacidades, esto es, tiene un nivel de dificultad que obliga al uso creativo de las capacidades que se poseen.
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permitirán adoptar medidas saludables en relación con la actividad de la vida diaria de:
Evitar peligros y prevenir riesgos
Comunicarse e interactuar socialmentepP@)
Preferir las actividades grupales y activas a las individuales y pasivas.
Las actividades laborales y de ocio contribuyen a la socialización de la persona. Participar y compartir aficiones ayuda a conformar el sentido de pertenencia a un grupo donde uno se siente valorado, aceptado y respetado por una comunidad; también ayuda a reducir la incertidumbre y a incrementar la autoafirmación, definida por la necesidad poseer una definición coherente y positiva de uno mismo. Por lo contrario, las actividades individuales fomentan el aislamiento, lo que empeora el bienestar psicológico y la salud mental.
Se recomienda tener en cuenta todos los consejos generales, que permitirán adoptar medidas saludables en relación con la actividad de la vida diaria de:
Tópicos y conductas erróneaspP@)
Hay que aprender a divertirse.
La persona necesita mantener relaciones con sus semejantes y su entorno y percibir de sus interacciones un sentimiento de autovalía que la impulsa a sobrevivir. Este sentimiento de valía puede percibirse a través de diferentes actividades, pero es importante en la diversión y en el esparcimiento. La persona debe aprender a seleccionar actividades que se ajusten a sus propias necesidades, intereses, capacidades y preferencias, así como centrar sus esfuerzos en encontrar las actividades que le reporten satisfacción, sin sentirlas como deberes y obligaciones. Estas conductas repercutirán en un mejor bienestar psicológico.
La distracción ayuda a manejar el estrés.
La distracción tiene como finalidad encontrar placer e interrumpir una actividad que produce estrés. En algunas ocasiones se pueden realizar actividades lúdicas de manera compulsiva, sin que se obtenga placer ni que repercuta en el bienestar psicológico. Algunas personas también pueden refugiarse en estas conductas de tipo compulsivo para dar salida a su enfado cuando sienten que no tienen el control de la situación. Las actividades que se hacen con la finalidad de no pensar en una situación que preocupa o que estresa y en las que se encuentra satisfacción y placer contribuyen de manera positiva al bienestar psicológico y previenen la depresión.
El ocio no siempre recarga las pilas.
No todas las actividades de diversión dan energía; más bien al contrario: cuando la actividad es impuesta o se practica sin medida, se pierde la función creadora del entretenimiento. No hay que olvidar que la libre elección, no sólo del tipo de actividad de ocio, sino también de cómo, dónde, cuándo se realiza y cuándo se abandona, es consustancial a la idea de esparcimiento.
Aprender gusta a todas las personas.
En nuestro medio, hasta bien entrada la adolescencia, se espera que buena parte de las responsabilidades tengan que ver con el aprendizaje, con la preparación para una vida adulta satisfactoria y útil. Aunque en situaciones se pueda observar desinterés por aprender, éste es un proceso que agrada y para el que las personas están preparadas. Aprovechando este potencial, es importante diversificar, flexibilizar y encontrar marcos institucionales o informales que den cabida a los distintos intereses y a las diferentes motivaciones de cada uno.
Ni el fracaso impide el crecimiento ni el éxito lo garantiza.
El valor adaptativo del éxito y del fracaso tiene que ver con el modo en que se interpreten. Es deseable trasladar el modo en que se suelen afrontar ambos (éxito y fracaso) en el marco del ocio al ámbito de la obligación (aprendizaje, trabajo). En el marco del ocio, a diferencia de lo que sucede en el ámbito laboral, los éxitos se interpretan como progresos en el camino del desafío más que como logros personales y los errores, lejos de verse como fracasos personales, se consideran fallos que requieren otra forma de acercamiento a la tarea. De esta manera, se preservan la autoestima y la motivación hacia la tarea.
Es importante tener mucha confianza en uno mismo y mucha autoestima, pero el orgullo es peligroso.
Quienes tienen una autoestima que no se ajusta a la realidad tienden a reaccionar agresivamente ante las críticas. Por otra parte, muchas de las personas que insisten en considerarse poco valiosas persiguen con su conducta obtener el reconocimiento de los otros, prepararse para un posible fracaso y valorarse más positivamente con relación a otros momentos de su vida. Con frecuencia, las ilusiones acerca de la propia valía pueden ser de ayuda a corto plazo. Lo más adaptativo parece ser fijarse ilusiones realistas que conduzcan a metas posibles.
La ansiedad no siempre es mala.
Aunque suele asociarse a los trastornos y a las disfunciones, la ansiedad también es un proceso normal y adaptativo que sitúa a la persona en una actitud prudente y de esfuerzo para hacer frente a los obstáculos. Orienta hacia el futuro tratando de prevenir posibles dificultades o problemas. Esta emoción más o menos fugaz, caracterizada por la activación fisiológica y la sensación de nerviosismo, favorece, en condiciones normales, el logro de metas, fomenta la toma de conciencia de los riesgos y la puesta en marcha de estrategias para evitarlos o minimizarlos. Así, la ansiedad puede intervenir para preparar a fondo una reunión de trabajo o estudiar antes de un examen, en suma, para tomar precauciones antes de una acción. Por lo tanto, hay que entender la ansiedad más como prudencia que como angustia.
Comentarios
Mª Teresa Luis Rodrigo
Enfermera. Profesora Emérita de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Barcelona. Se ha interesado desde hace años en el desarrollo y la utilización de las terminologías enfermeras (de diagnósticos, intervenciones y resultados), desde una concepción disciplinar de los cuidados. Conferenciante y ponente en foros de discusión y formación profesional. Autora de Los diagnósticos enfermeros. Revisión crítica y guía práctica (8ª ed., Madrid: Elsevier, 2008) y de De la teoría a la práctica. El pensamiento de Virginia Henderson en el siglo XXI (3ª ed., Barcelona: Masson, 2005), así como de numerosos artículos en distintas revistas científicas.
Hasta diciembre de 2016 formó parte de la dirección científica y disciplinaria de la Infermera virtual y, como tal, ha participado en la elaboración de los conceptos nucleares que guían el contenido de la web, ha asesorado en cuanto a su construcción y en la selección de los temas a abordar, de igual modo, ha colaborado, siempre desde la perspectiva científica y disciplinaria, en la revisión de los contenidos elaborados por los autores y en la revisión final del material elaborado antes de publicarlo en la web.
Gisel Fontanet Cornudella
Máster en educación para la salud (UDL). Postgrado en Enfermería psicosocial y salud mental (UB).
Actualmente es gestora de desarrollo de personas de la Unidad de Gestión del Conocimiento de la Fundación Sanitaria Mollet. Miembro del Consejo Asesor Fundación TICSALUT 2014-2017, del grupo @MWC_nursing, entre otros.
Hasta abril de 2015, ha sido adjunta en la Dirección de Programas del COIB llevando a cargo la dirección y coordinación del proyecto Infermera virtual y hasta diciembre de 2016 la dirección de la elaboración y el mantenimiento de los contenidos de Infermera virtual en lo que a su vertiente estructural y pedagógica se refiere, y como asesora del proyecto. Considera que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) e Internet y, en general, la red 2.0 son un canal de comunicación e interacción con y para los ciudadanos, con un gran potencial para la promoción de la autonomía e independencia de las personas en el control y mejora de su salud, como complemento de la atención presencial y continuidad de los cuidados, puesto que es un medio a través del que la persona poco a poco expresa sus necesidades, deseos o inquietudes. Esta información es primordial para conocer el sujeto de la educación y en el cuidar.
Desde 1998, su actividad profesional se desarrolla en el marco de la promoción y la educación para la salud. Fue coordinadora y enfermera asistencial durante 6 años de la Unidad de educación para la salud en la atención a personas afectadas de un problema de salud crónico del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, donde intercaló de forma pionera la atención presencial y virtual. Ha ido centrando su línea de trabajo en el desarrollo de proyectos en el campo de la tecnología de la información y la comunicación (TIC), en el ámbito de la salud.
Es autora de diversas publicaciones, tanto en el registro escrito como en el audiovisual, y de documentos de opinión referentes a la promoción y educación para la salud. Ha colaborado y ha participado en varias jornadas, espacios de debate y estudios de investigación, entre otros, relacionados con la aplicación de las TIC en el ámbito de la salud. Ha iniciado líneas de trabajo en el marco de la promoción y educación para la salud en la escuela, como contexto de ejercicio de la enfermera. Fué miembro fundador del grupo Innovación y Tecnología del COIB @itcoib.
Carmen Fernández Ferrín
Enfermera. Fué profesora Emérita de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Barcelona.
La Carmen falleció en agosto del 2013 pero su aportación y experiencia enfermera continuaran siempre presentes en la Enfermera virtual.
Fué experta en el modelo conceptual de Virginia Henderson, se interesó por el desarrollo disciplinar de la enfermería, especialmente por todo lo relacionado con la construcción teórica del mismo. Conferenciante y ponente en foros de discusión y formación profesional. Autora de Los diagnósticos enfermeros. Revisión crítica y guía práctica (8ª ed., Madrid: Elsevier, 2008) y de De la teoría a la práctica. El pensamiento de Virginia Henderson en el siglo XXI (3ª ed., Barcelona: Masson, 2005), así como de numerosos artículos.
Formó parte de la dirección científica de la Enfermera virtual y, como tal, participó en la definición de los conceptos nucleares que enmarcan la filosofía de la web, asesoró en la construcción de la misma y en el diseño de la estructura de las fichas. Así mismo, participó en la selección de los temas a abordar, en la revisión, desde el punto de vista disciplinar, de los contenidos elaborados por los autores y en la revisión final del material elaborado antes de su publicación en la web.
Roser Castells Baró
Llicenciada en filologia catalana (UB), màster en escriptura per a la televisió i el cinema (UAB), i postgraduada en reportatge de televisió (UPF). Ha treballat com a lingüista especialitzada en llenguatges tècnics i científics al Centre de Terminologia Termcat, i com a assessora lingüística i traductora a la "Revista de la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya", entre altres entitats. Actualment, compagina l'activitat com a lingüista amb la de guionista. Ha col·laborat en la realització de diversos vídeos didàctics per al COIB.
Begoña Ruiz de Alegría Fernández de Retana
Profesora de la Escuela de Enfermería Vitoria-Gasteiz. Diplomada en enfermería, licenciada en antropología (UPV), Diploma en estudios avanzados en psicología social (UPV). Enfermera de nefrología-hemodiálisis y diálisis peritoneal ambulatoria. Experiencia docente vinculada a las materias de fundamentos de enfermería y enfermería medicoquirúrgica.