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Ricardo Solo era un niño muy muy rico que tenía de todo, no había nigún juguete que no tuviera.

Tenía tantos juguetes y tantas versiones del mismo juguete que llegó el momento de escribir la Carta de los Reyes Magos y ¡no sabía que pedir!

Así que se fue con su chófer y su guardaespaldas hasta unos grandes almacenes de juguetes para ver si se decidía y finalmente descubrió, como por arte de magia, qué es lo que realmente más deseaba, ¿sabes qué pidió? ... Ver el cuento

 

Fuente:

FAROS Sant Joan de Déu